Aprendo cada día a través de la meditación a reconocer
y a sentir la riqueza que hay en mi interior, mediante mis capacidades de
querer, amar y comprender.
Aprendo a conectarme con mi interior y a disfrutar de mí
mismo.
En ningún momento de mi vida siento ni un minuto de
aburrimiento o de soledad. Aprovecho al máximo mi tiempo, pues el tiempo que no
empleo en los trabajos externos o en las relaciones sociales, es decir, todo lo
que viene del exterior, lo dedico y disfruto tratando de descubrirme a mí mismo
dentro de mi propio ser
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